Formación duelo en Tudela

“Nadie se escapa de vivir el dolor que producen las pérdidas y nos enfrentamos al desafío del duelo digital”, José Carlos Bermejo, experto en humanización de la salud, en duelo y bioética

Más de 150 profesionales de Navarra se han formado los días 17 y 18 de octubre en duelo en centros residenciales de la mano de José Carlos Bermejo, director del Centro de Humanización de la Salud. Esta actividad se enmarca dentro del proyecto Vuelta al Mundo en 80 Vidas que coordina Lares Navarra con la colaboración de Innova Social de Fundación Caja Navarra y Fundación La Caixa, y Gobierno de Navarra.

Lares Navarra ha reunido a profesionales del sector de los cuidados a personas mayores durante dos jornadas dirigidas por José Carlos Bermejo, experto en humanización de la salud, en duelo y bioética; y director del Centro de Humanización de la salud y Centro Asistencial San Camilo de Tres Cantos, Madrid. 

Beatriz Lacabe, secretaria técnica de Lares Navarra ha presentado la jornada en Pamplona, celebrada en Civivox Condestable; y Eduardo Mateo, presidente de la asociación, en la Mancomunidad de la Ribera en Tudela. Desde Lares Navarra “apostamos por la humanización de los cuidados y la atención centrada en la persona: la persona cuidada y la persona cuidadora. Por todo ello, atendiendo a las demandas de los centros, hemos planificado esta jornada para hablar sobre el impacto del duelo y las pérdidas en los centros que cuidan de personas mayores”.

“Nadie se escapa de vivir el dolor que producen las pérdidas”, comenzaba Bermejo para hablar sobre el duelo, “un proceso de elaboración del dolor, de adaptación a una pérdida”. En este caso, en los centros de atención a personas mayores las personas dolientes son las propias personas mayores, las familias y el equipo cuidador, por lo que existen múltiples necesidades de acompañamiento en este proceso. Específicamente, el especialista mencionaba la necesidad de atender los duelos de las personas profesionales que acompañan los duelos de otras personas. “El proceso de duelo puede matar (…) aunque no es una enfermedad, pero si se convierte en patológico hay que tratarlo con profesionales especialistas en duelo por la muerte de un ser querido”.

José Carlos Bermejo durante una de las prácticas en Pamplona

Además, Bermejo ha afirmado que “la muerte debe estar en el mundo digital”, ya que nos encontramos desafíos en el duelo online: “en el mundo carnal vivos y muertos están separados, pero en el mundo digital están juntos”. A su vez ha expuesto ejemplos de algunos espacios digitales que están comenzando a crear cementerios digitales, rituales o menciones especiales.

Esta formación es parte del proyecto Vuelta al Mundo en 80 Vidas que contempla diferentes espacios de formación para los centros asociados a Lares Navarra tanto en píldoras formativas, acciones de sensibilización o monográficos especializados. Todo ello cuenta con el apoyo de Innova Social de Fundación Caja Navarra y Fundación «la Caixa”, y Gobierno de Navarra.

Las tareas del duelo

José Carlos Bermejo se ha centrado en las actividades o tareas del duelo en dicho proceso de acompañamiento que según el modelo de William Worden, consiste en cceptar la realidad de la pérdida, dar expresión a los sentimientos, adaptarse al ambiente en el que la persona ya no está e invertir energía emotiva en otras relaciones. A esto, añadía las siete tareas espirituales del duelo que tienen que ver con el pasado, presente y futuro para elaborar un duelo sano:

  • Pasado: Recordar sanamente a la persona fallecida y agradecer y perdonar a la persona, sus actos, sus relaciones…
  • Presente: Celebrar y ritualizar, significar y compartir en intimidad, acoger la herencia y el legado de la persona difunta.
  • Futuro: Cultivar la esperanza y Proyectarse creativa y solidariamente.

En ocasiones una de las emociones que puede invadir a la persona doliente es la culpa, siendo su camino de sanación el perdón: perdonarme”. Por otro lado, también reflexionaba sobre la importancia del cuidar y cómo cuidar, ya que dejarse cuidar es más difícil que cuidar, igual que dejarse querer es más difícil que querer”.

Las jornadas han sido especialmente participativas, con momentos para la reflexión interna y mirar al duelo personal, así como el trabajo en grupo tanto presencial como online.

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